viernes, 3 de diciembre de 2010

Peces, los protagonistas de esta historia


Intenté abordar temas preliminares, pero admito que quería comenzar a hablar sobre peces y plantas (seres vivientes). Ellos son el motivo de un acuario y creo son los protagonistas de esta historia  :)
Los peces son vertebrados anamnios (en biología: especies que, durante el período embrionario, no permanecen envueltos en un saco amniótico). Está de más decir que están provistos de branquias, por medio de las cuales respiran el oxígeno disuelto en el agua. Su piel está comúnmente revestida de escamas –aunque muchas veces encontramos peces de piel desnuda –y consta de una epidermis de consistencia gelatinosa y una dermis con células que se encargan de darles color y variarlo según las leyes naturales del mimetismo. Los intensos colores en muchos casos se deben a la época de la reproducción, cuando resulta necesario llamar la atención de cualquier manera.
La descripción biológica de los peces es ciertamente interesante; sin embargo, no es el motivo central de esta publicación. Muchos están interesados en aspectos más generales y que competen a la planificación de un acuario. Mis conocimientos, no obstante, están abiertos a todos mis lectores. Si me solicitan, publicaré posteriormente más entrada con la información que quieran. Entre tanto, publicaré unas entradas más con las etiquetas:
1-. Cómo se alimentan los peces
2-.Horarios para alimentar a mis peces
3-.Variedad de alimentos
Y otras que, aunque no he organizado aún, estarán orientadas a los parásitos y enfermedades relacionadas con la alimentación.

La iluminación es muy importante en el acuario...

El acuario ideal debe ser expuesto a la luz solar directa durante al menos dos horas al día, si es posible por la mañana, y a luz solar tenue o difusa durante otras cinco más. Cuando la luz natural es escasa y, por lo tanto, insuficiente para un buen desarrollo biológico, será necesario acudir a una iluminación artificial; aquella no será violenta, sino suave y acogedora.
La iluminación adecuada regula, entre otras cosas, el desarrollo de algas microscópicas en los cristales. En efecto, si en pocos días en  los cristales de la pecera aparecen manchas verdes significa que la luz es excesiva; entonces alejaremos aún más la fuente de luz.
En sí, el agua verde no es nociva; sin embargo, está propensa a descomponerse con prontitud, afectando a nuestra fauna ictícola.
La falta de iluminación se caracteriza por la presencia de algas de color pardo que se adhieren a las paredes y el debilitamiento de las plantas acuáticas de nuestro pequeño ecosistema.
Para la adecuada iluminación de la pecera tómese en cuenta los tubos fluorescentes, pues son preferibles a las corrientes lámparas incandescentes. Además de ser económicos no calientan excesivamente el agua.  La iluminación debe colocarse en la parte superior y anterior del acuario para lograr una mejor observación de los peces.
Recuerde evitar encender la luz de forma repentina; lo correcto es encender las luces de la habitación primero y las del acuario luego. MUCHOS PECES SON MUY SENSIBLES a pequeñas variaciones bruscas y ambientales.
Tenga en cuenta que es preferible colocar varias bombillas de débil  potencia, encenderlas de forma progresiva y de acuerdo a la situación climática,  que una sola muy fuerte. Esto se puede comprender si se piensa que en la naturaleza la luz se difunde de esa manera.
Espero haberlos ayudado. Recuerden que pueden comentar, preguntar y aportar lo que sepan… SIEMPRE SERÁN BIEN RECIBIDOS!!!